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lunes, 25 de noviembre de 2013

La Zanja, Buenos Aires, Argentina

Tercera y última parada, estación La Zanja. El paraje nació con la llegada de la línea férrea (FCO), para su ramal Once-Trenque Lauquen-Toay en 1897, sin ejido municipal, la población estuvo compuesta por una colonia ferroviaria y el resto por una colonia agrícola ganadera perteneciente a don Virgilio Gregorini. En 1931 se crea la escuela número 19, el edificio que ocupa actualmente fue construído por obra del mencionado Gregorini.
No hay mucho por ver en el paraje, tan solo la estación, intrusada en buen estado de conservación como así también el resto de las viviendas ferroviarias, no nos olvidemos que el paraje fue punto de encentro de dos ramales, el arriba mencionado y el Gonzalez Moreno-Carhué.
A cerca del nombre del paraje y estación, se relaciona con la denominada Zanja de Alsina, la gran muralla china argentina, lamentablemente mucha bibliografía sobre el tema hace especial hincapié en las bondades de la misma en el ámbito de la lucha contra el originario, muchas veces rozando la apología al delito si me atengo a que las campañas de exterminio fueron eso, un genocidio.
En 1876 durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, el entonces ministro de guerra y marina Adolfo Alsina, ideó y llevó a cabo un faraónico proyecto defensivo, éste consistía en un sistema de fosas y terraplenes con un fuerte cada 5 kilómetros (1 legua). Se llevó a cabo entre Nueva Roma, al N de Bahía Blanca e Italó al S de Córdoba. Aunque el diseño original consideraba extenderse hasta San Rafael en Mendoza, se excavaron tan solo 374 de los 600 kilómetros proyectados
La zanja no fue prevista como muchos afirman contra el originario, sino como una manera de impedir el robo de ganado, no les impedía a los miembros de las tribus que poblaban la región, entrar o salir por donde quisieran, pero cuando llevaban arreos ilegales tenían que perder demasiado tiempo para cruzar la zanja, produciendo la llegada de las tropas que defendían a los ganaderos asentados en las tierras usurpadas. Este sistema de fortificaciones de estilo defensivo provocó una considerable disminución de pérdida de cabezas de ganado, hecho que permitió una mayor instalación de colonos en esas tierras.
La zanja tenía dos metros de profundidad y tres de ancho y un terraplén de un metro de alto por 4.50 metros de ancho.
La política respecto a la situación de los pueblos originarios cambió de forma drástica al morir Alsina en 1877 y asumir Roca como ministro de guerra, éste encabezó la sangrienta avanzada en tierra ajena, aprovechando además a una gran cantidad de miembros de tribus que por dinero o títulos militares desertaron y se unieron al ejército invasor.
La zanja fue construída por el ingeniero francés Alfred Ebelot, rabdomante, que al terminar el trabajo se marchó llevándose para Francia dos niños originarios que adoptó y que rápidamente aprendieron el idioma francés...
El reloj marca las 11.30 cuando arribamos a Trenque Lauquen, me bajo en la estación de tren, grande y muy vandalizada a pesar que se encuentra en funcionamiento, creo que no le quedaban dos centímetros cuadrados sin grafitear, no le tomo ninguna foto y me vuelvo para la terminal, en el camino recibo mas saludos por el cumpleaños, muchos con explicaciones sobre que hago lejos de casa en un día como hoy.
Me voy al Parque Municipal Conrado Villegas para esperar la hora del almuerzo, lástima que el museo ya cerró, pero por lo menos puedo admirar las pinturas de sus paneles colgantes.
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2 comentarios:

  1. Es bueno que se hagan informes sobre la abundante historia Argentina

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  2. Viva la historia de los pueblos olvidados y devastados por la privatización de los liberales y dictaduras.

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