El francés Simón Gastón Sansinena instala en 1883 un matadero y grasería en la localidad bonaerense de Avellaneda. Este matadero se transforma en el año 1885 en el frigorífico La Negra a base de capitales nacionales, franceses e ingleses, sin embargo a raíz de la crisis de 1889, durante el gobierno de Juárez Celman la empresa quiebra. Durante 1891 Ernesto Tornquist, con su compañía económica rehabilita el emprendimiento en desgracia, transformándola en la Compañía Sansinena de carnes congeladas.
En 1903 la compañía decide instalar un frigorífico en cercanías de Bahía Blanca, escogiendo como locación la desembocadura del río Sauce Chico en el pueblo de Cuatreros. Las 2000 hectáreas compradas para el establecimiento pertenecían a Tornquist, presidente del directorio al momento de la compra. El 1 de octubre se inaugura el emprendimiento industrial, generándose en paralelo el establecimiento de una colonia, uno de los primeros ejemplos de vivienda colectiva de la región. La planta llegó a contar con más de 850 trabajadores durante su época de esplendor. Las primeras crisis del sector fueron acompañadas por huelgas violentamente reprimidas durante los años 1917 y 1929, produciéndose durante éste ultimo año la mayor reducción de personal debido a los reclamos laborales.
Durante 1939, cesa el embarque de carne desde el muelle construído para la carga de los productos producidos, el parate está vinculado al alquiler de las cámaras frigoríficas para el acopio de frutas del Alto Valle, los embarques de carne se reinician en 1949 y en 1952 se transfieren los activos a la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP).
Durante 1960 un incendio destruye gran parte de las instalaciones que son reconstruidas con celeridad e inclusive con más y mejor tecnología permitiéndole a la empresa ampliar la oferta de productos hacia fábrica de dulces, vinos y subproductos de la faena. Otro accidente ocurre al año siguiente cuando el buque Defoe embiste y destruye parte del muelle de Puerto Cuatreros, dejándolo inoperable, teniendo que embarcar lo producido desde el puerto de Buenos Aires e Ingeniero White.
El frigorífico sufre una constante declinación cerrando sus puertas en 1989. En 1990 se le alquilan las instalaciones al frigorífico Ramallo que cierra dos años después. La última etapa comienza en 1996, cuando la firma paraguaya Translink adquiere el emprendimiento, hasta el 2000, año en la justicia interviene y decreta su quiebra y cierre.
En 2007 se remata, y desde ese entonces nada se ha hecho, contando el predio con seguridad privada que no ha sido capaz de impedir el saqueo y rotura de bienes.
Actualmente existe una movida que intenta recuperar el patrimonio que constituyen el frigorífico y el parque circundante obra de Carlos Thays, el remodelado edificio contiguo de la Lanera Argentina y el usurpado conjunto de viviendas construído especialmente para albergar a los trabajadores de ambos emprendimientos.
Una crónica del 2 de octubre de 1903, día posterior a la inauguración remarcaba con estas palabras el acontecimiento.
"Visitamos poseídos de la más grande admiración todas las dependencias de este poderoso establecimiento, porque el nos hablaba al alma de los argentinos, diciéndonos cuán grande y próspera sería la nación si en cada margen de cada arroyo y en cada fondo de cada bahía se pudieran contemplar monumentos de la industria como el Sansinena, que dan vida, nervio y poderoso impulso al comercio y la industria, no solo de la ciudad, sino de una región entera"
Estuve buscando durante un tiempo a alguna persona a quién poder informarle mi interés por recorrer el edificio y no pude encontrar a nadie, el predio estaba completamente desolado y esa desolación aumentaba el poder simbólico de semejante obra naufragando a la deriva. Causa molestia el hecho de tanta desidia, y creo que ese es el motivo que impulsa a quienes piden que el estado se haga cargo, antes que los vandálicos, el clima que genera roturas y pequeños incendios y los años que pasan, terminen convirtiendo al conjunto edilicio en un cadáver arquitectónico como lo son los frigoríficos patagónicos.
Estos edificios abandonados despiertan toda clase de sensaciones, el temor obvio ante lo desconocido y la probabilidad de algún percance, el sobresalto ante la cantidad de sonidos no homologados, golpes, chirridos, el subrepticio volar de una de las ciento treinta y tres mil palomas que anidan en el interior del conjunto, las ganas contenidas de organizar, acomodar y limpiar el desastre que aparece ante cada paso, el enojo ante lo destruido, saqueado, abandonado, sensaciones que se acrecientan cuando descubrís que estás solo dentro de un monstruo que no perdona.
Sigo viaje rumbo al Puerto Cuatreros, siguiendo el recorrido del ferrocarril Decauville de 3 kilómetros de extensión que vinculaba la planta con el muelle de embarque, creo que con Cuatreros sumo otra pieza de gran valor en la búsqueda de testimonios de una época contradictoria, época de crecimiento y riqueza para una nación de pocos, época del rédito para el extranjero que imponía condiciones y se llevaba casi la totalidad de los beneficios y época inicial para la toma de conciencia de los trabajadores que veían como a cambio de la seguridad de un puesto de trabajo, eran explotados sin ley alguna en beneficio de los intereses dominantes.
http://es.wikipedia.org/wiki/General Daniel Cerri
En 1903 la compañía decide instalar un frigorífico en cercanías de Bahía Blanca, escogiendo como locación la desembocadura del río Sauce Chico en el pueblo de Cuatreros. Las 2000 hectáreas compradas para el establecimiento pertenecían a Tornquist, presidente del directorio al momento de la compra. El 1 de octubre se inaugura el emprendimiento industrial, generándose en paralelo el establecimiento de una colonia, uno de los primeros ejemplos de vivienda colectiva de la región. La planta llegó a contar con más de 850 trabajadores durante su época de esplendor. Las primeras crisis del sector fueron acompañadas por huelgas violentamente reprimidas durante los años 1917 y 1929, produciéndose durante éste ultimo año la mayor reducción de personal debido a los reclamos laborales.
Durante 1939, cesa el embarque de carne desde el muelle construído para la carga de los productos producidos, el parate está vinculado al alquiler de las cámaras frigoríficas para el acopio de frutas del Alto Valle, los embarques de carne se reinician en 1949 y en 1952 se transfieren los activos a la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP).
Durante 1960 un incendio destruye gran parte de las instalaciones que son reconstruidas con celeridad e inclusive con más y mejor tecnología permitiéndole a la empresa ampliar la oferta de productos hacia fábrica de dulces, vinos y subproductos de la faena. Otro accidente ocurre al año siguiente cuando el buque Defoe embiste y destruye parte del muelle de Puerto Cuatreros, dejándolo inoperable, teniendo que embarcar lo producido desde el puerto de Buenos Aires e Ingeniero White.
El frigorífico sufre una constante declinación cerrando sus puertas en 1989. En 1990 se le alquilan las instalaciones al frigorífico Ramallo que cierra dos años después. La última etapa comienza en 1996, cuando la firma paraguaya Translink adquiere el emprendimiento, hasta el 2000, año en la justicia interviene y decreta su quiebra y cierre.
En 2007 se remata, y desde ese entonces nada se ha hecho, contando el predio con seguridad privada que no ha sido capaz de impedir el saqueo y rotura de bienes.
Actualmente existe una movida que intenta recuperar el patrimonio que constituyen el frigorífico y el parque circundante obra de Carlos Thays, el remodelado edificio contiguo de la Lanera Argentina y el usurpado conjunto de viviendas construído especialmente para albergar a los trabajadores de ambos emprendimientos.
Una crónica del 2 de octubre de 1903, día posterior a la inauguración remarcaba con estas palabras el acontecimiento.
"Visitamos poseídos de la más grande admiración todas las dependencias de este poderoso establecimiento, porque el nos hablaba al alma de los argentinos, diciéndonos cuán grande y próspera sería la nación si en cada margen de cada arroyo y en cada fondo de cada bahía se pudieran contemplar monumentos de la industria como el Sansinena, que dan vida, nervio y poderoso impulso al comercio y la industria, no solo de la ciudad, sino de una región entera"
Estuve buscando durante un tiempo a alguna persona a quién poder informarle mi interés por recorrer el edificio y no pude encontrar a nadie, el predio estaba completamente desolado y esa desolación aumentaba el poder simbólico de semejante obra naufragando a la deriva. Causa molestia el hecho de tanta desidia, y creo que ese es el motivo que impulsa a quienes piden que el estado se haga cargo, antes que los vandálicos, el clima que genera roturas y pequeños incendios y los años que pasan, terminen convirtiendo al conjunto edilicio en un cadáver arquitectónico como lo son los frigoríficos patagónicos.
Estos edificios abandonados despiertan toda clase de sensaciones, el temor obvio ante lo desconocido y la probabilidad de algún percance, el sobresalto ante la cantidad de sonidos no homologados, golpes, chirridos, el subrepticio volar de una de las ciento treinta y tres mil palomas que anidan en el interior del conjunto, las ganas contenidas de organizar, acomodar y limpiar el desastre que aparece ante cada paso, el enojo ante lo destruido, saqueado, abandonado, sensaciones que se acrecientan cuando descubrís que estás solo dentro de un monstruo que no perdona.
Sigo viaje rumbo al Puerto Cuatreros, siguiendo el recorrido del ferrocarril Decauville de 3 kilómetros de extensión que vinculaba la planta con el muelle de embarque, creo que con Cuatreros sumo otra pieza de gran valor en la búsqueda de testimonios de una época contradictoria, época de crecimiento y riqueza para una nación de pocos, época del rédito para el extranjero que imponía condiciones y se llevaba casi la totalidad de los beneficios y época inicial para la toma de conciencia de los trabajadores que veían como a cambio de la seguridad de un puesto de trabajo, eran explotados sin ley alguna en beneficio de los intereses dominantes.
http://es.wikipedia.org/wiki/General Daniel Cerri
Increíble todo el material que estas publicando!!!! Trabajaste un montón, Rodo! Muchas gracias por compartir esta información tan completa! Y abrazo. Por aquí sigo.
ResponderEliminarA veces pienso que no se tratan de vacaciones aunque el título formal de las mismas así lo indiquen, ocurren cosas tan intensas durante las mismas que terminado el periplo no veo la hora de llegar a la aplastante rutina cotidiana para descansar, extraño la cama y lo previsible, loco no?
ResponderEliminarAbrazo y gracias por seguir en el camino.
Rodolfo sin duda has pasado unas hermosas vacaciones, en cierto modo te envidio, pero debo darte las gracias por hacernos compartir el material que has recopilado. Mi nombre es Aldo D Fabrizzi y soy nativo de Gral Daniel Cerri, pueblo al que has visitado y con el cual estoy plenamente identificado a traves de las imágenes que has publicado. Todos esos pueblos tienen su historia y su presente, lo bueno es que nos das la posibilidad de que todos nosotros conozcamos mas de nuestra querida argentina. Abrazo grande y muchas gracias.
ResponderEliminarQue lindo material, me siento halagada, yo vivo en este pueblo, mi padre trabajo por años ahi, y que tristeza siento de ver todo esto asi, tan abandonado, semejante edificio y que nadie haga nada!! muchas gracias por compartirlo!!
ResponderEliminarAldo, sin dudas fue una experiencia muy motivante el haber podido descubrir los sitios más significativos de tu ciudad, visitar el frigorífico por dentro y compartir todos los fantasmas que en él habitan, caminar hasta el muelle, indagar sobre la historia, descubrir el pasado ferroviario. Aprendí y sentí mucho durante esas horas, maravillosas horas.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Abrazo!
Amiga, sin dudas ver tanto abandono te traerá constantes nostalgias sobre ese pasado, lamentablemente cuestiones burocráticas impiden que el edificio pase a manos de la comunidad para que refunde el emprendimiento o lo transforme en un mega espacio cultural que mantenga viva la memoria de sus trabajadores y la comunidad que lo vio crecer.
ResponderEliminarGracias a vos por expresar tus vivencias y un fuerte abrazo!
Gracias, gracias, y muchas gracias por hacernos revivir lo que fue en su esplendor, esas imagenes, esos paisajes desolados, tan deprimente, y eso que vivo a un par de cuadras, pero me cuesta pasar y ver semejante abandono, pero con esto que compartiste y con tanto respeto, como cerrense me siento halagada que alguien de afuera, presente este material con las palabras justas, como si conociera la historia de toda la vida, sos un genio, infinitas gracias. Sandra
ResponderEliminarEl anonimo soy la del comentario anterior, sin darme cuenta entre con la cuenta de mi hija lol rotten. Me presento mi nombre es Sandra:
ResponderEliminarBuenos Aires. Tarde del Sabado 6 de Septiembre de 2014.
ResponderEliminarComo todo lo bueno para trabajar y prosperar que tuvo esta nación en el pasado para ser potencia y los Gobiernos de turno y sus malas políticas los destruyeron. No cambio mucho la Rep. Argentina desde ese entonces, no. Ricardo Vazquez DNI: 12.472.494
Correcto, somos una gran fábrica de ruinas producto de los cambios de paradigmas. Construimos, abandonamos, construimos, abandonamos en ciclos casi perfectos, sin importarnos el costo material y humano de esas moles que dejamos en el olvido.
ResponderEliminarPasa en todo el mundo, no es exclusividad Argentina, ocurre que la proximidad con ellas nos duele en primera persona.
Gracias por el comentario tan preciso y exacto
Abrazo!!
Algo no entendi, estubiste buscando alguien con quien hablar para poder visitar las instalaciones pero no lo encontrastes. Entonces que paso?? te mandastes igual?? trepaste la reja y te mandastes??
ResponderEliminarEstan barbaras las fotos me encantaria poder visitar el lugar.
El portón principal permitía libre acceso ya que el camino que conducía al club de pesca sufrió un corte en el puente, de allí que todo aquel que quería ir al muelle tenía que pasar por el frente del frigorífico. Una vez ahí está todo abierto, no hay que forzar nada ni saltar reja alguna, el único requisito auto impuesto era no tocar nada, no modificar ni una coma el paisaje, y la búsqueda de alguien tenía que ver con comunicar mi intención de visitar el edificio.
ResponderEliminarEl sitio es gigante, toma todos los recaudos para no equivocar el camino de salida cuando estés dentro del edificio principal, porque es un laberinto.
Gracias por el comentario y buena fortuna en la visita.
Muy interesante el relato de su experiencia, la que nos muestra la cantidad de años que lleva de decadencia nuestra querida Patria. Lamentablemente, los que somos "modelo 1938", ya sabemos como terminan estos fracasos privados que pasan a manos del Estado: se transforman en un gran negocio para los funcionarios y no para la comunida. Muchísimas gracias por su esfuerzo que veo que es mucho- Roberto Mustaca. Noviembre 7 de 20l4.
ResponderEliminarGracias Roberto por la intervención, coincido que las experiencias que vemos a diario nos hayan convencido que esos experimentos casi siempre terminan mal para la comunidad que paga fortunas para que unos pocos la junten sentados cómodos en sus coquetos despachos. Es obvio que uno quisiera que la cosa fuera diferente, que ante el fracaso de la actividad privada el estado pudiera hacerse cargo de la empresa , garantizar la fuente de trabajo y hacer rentable al emprendimiento reinvirtiendo parte de las ganancias y volcando los excedentes en obras para la comunidad inmediata, pero está visto que la cosa no funciona así.
ResponderEliminarGracias por las palabras y quedo a su disposición.
Rodolfo, es genial este aporte, muy bueno, soy de Cerri y siempre con mis amigos visitamos las instalaciones, el lugar es enorme y nos tardo varios días terminar de recorrerlo, no tuve la suerte de estar cuando funcionaba pero me emociona imaginar como era en sus tiempos, hay que admitir que es un lugar maravilloso como tenebroso...
ResponderEliminarGracias Amigo y coincido que es un lugar tenebroso sobre todo el cuerpo principal que es un verdadero laberinto. Recuerdo los sonidos de las chapas golpeando en la zona de los corrales y los golpes de efecto producidos por las palomas que aparecen de golpe como un efecto en una película de terror.
ResponderEliminarGracias por el comentario
Abrazo!!
Hola Rodolfo
ResponderEliminarEstuve recorriendo vuestro sitio y descubro tu paso por el Ex Frigorifico CAP Cuatreros, el cual en este momento es motivo de estudio y relevamiento que dará como resultado una EXPO que estamos planificando en el curso UPAMI ( PAMI- Universidad del Sur), la misma se abrirá el proximo lunes 23 de Noviembre. Te felicito por el trabajo realizado y la difusión a través de este sitio, es un aporte más a que la población y los dirigentes atiendan este reclamo que ya tiene su historia.- Justamente este ultimo 5 de Julio un complejo industrial similar en Fray Bentos - Uruguay recibió la distinción de la UNESCO como "Patrimonio Industrial de la Humanidad", si no lo conoces te sugiero que lo hagas, Saludos Dejo mi mail : oasmuseos@gmail.com
Omar, que buena noticia nos das, que buen trabajo han realizado, abriendo ese gigante dormido a la comunidad, espero que tomen conciencia y que si no puede ser recuperado para la producción, puedan trabajar por el reconocimiento Patrimonial, y si viene desde la UNESCO, golazo.
EliminarLos felicito, y más viniendo desde un ámbito estatal.
Abrazo y muchas gracias por la comunicación!!!.
Informo que el 30 de Abril se realizó un conversatorios por ZOOM para la difusión del ultimo proyecto de Rescate y Refuncionalización del commplejo CAP- Cuatreros. Ingresaron 54 personas incluyendo a los concejales de la comisión de Cultura del HCD. Realmente fue un exito en la participación y se convino con seguir con nuevas acciones que lleguen a comprometer al poder político Provincial y Nacional para negociar con los actuales dueños que tienen en venta su titularidad.
ResponderEliminarYa tenemos organizado otro conversatorio para el 11 de Junio, donde participararán dos arquitectos que intervinieron en distintas funciones publicas para el rescate y refuncionalización del complejo Industrial Paisajistico Liebig -Anglo de Fray Bentos- en Uruguay. En el 2015 (Julio) le otorgaron la denominación de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
ResponderEliminarLa experiencia de Fray Bentos comenzó con la creación del Museo de la Revolución Industrial, ya que fue el primer Frigorifico de Sudamérica y luego a traves de la interacción delmuseo y la comunidad fueron destinando instalaciones del complejo para distintas instituciones de caracter educacional, social, deportivas, de salud, publicas y privadas; de tal forma que en la actualidad funcionan 18 organismos incluido el museo
ResponderEliminarSoy nativa de Gral. Daniel Cerri. Y trabajar en la CAP o en la Lanera Argentina era un privilegio. Ambas fuentes de trabajo eran el motor del pueblo. Las fotografías son magníficas. Gracias
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