La localidad de General San Martín se ubica sobre la nacional 35 a unos 20 kilómetros del límite con la Provincia de Buenos Aires.
El primer tren del FCBBNO llega a la zona en 1891, y en 1901 se funda el pueblo, entre ambas fechas se establecen los primeros colonos que se dedican principalmente a la cría de equinos y ovinos, quedando relegada la actividad agropecuaria a una mínima expresión.
En 1901 se produce una gran afluencia de colonos judíos, cuatro años después fundan la primer biblioteca y para 1926 crean la Sociedad Israelita, siendo la Sinagoga el primer templo que funcionó en el pueblo.
En 1904 se construye la estación definitiva nomenclándose como Villa Alba, quizás en honor a la hija de Hugo Stroeder, titular de la compañía colonizadora que fundó la localidad. El nombre actual se instaura en 1944.
La primera escuela se instala en 1905 y en 1923 adquiere el carácter de municipalidad.
En la actualidad gran parte de su población trabaja para las empresas que producen, envasan y comercializan sal para uso comestible e industrial.
En el cuadro de la estación se ha conformado un museo al aire libre que atesora cartelería y objetos del pasado ferroviario que rememora ese fatídico día de 1976, cuando el último tren se alejó en silencio, también encontramos una serie de juegos para niños y espacios para la mateada dominguera.
El clima varía bruscamente, y del calor y la lluvia pasamos, viento del sur mediante, a fin de tarde frío, así que la vuelta al hotel se precipita, total la jornada que parecía incierta terminó siendo muy sustanciosa gracias a los locales conocedores de secretos.
Buena cena en el restaurante de la estación terminal, mañana penúltimo día, la historia roza al mar. En verdad voy tan sólo en la búsqueda de un par de cascos encallados, alguna historia de marinos y un par de incógnitas que con suerte intentaré develar.
La capilla luterana
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