La última salida por ciudades, pueblos y parajes de los llamados partidos históricos de la Provincia de Buenos Aires me motivó a intentar un rescate de nuestros sitios del sur santafesino, tan ignorados, tan desconocidos, tan poco divulgados a pesar de la rica historia que los atraviesa. El recorrido comienza en Carmen del Sauce, poblado ubicado a 40 kilómetros al sudoeste de Rosario que ostenta el mote de ser uno de los pueblos mas antiguos de la región, tiene 550 habitantes, 17 manzanas y esa sensación de estar detenido en el tiempo que lo hace tan atractivo.
La historia comienza con la creación de la Posta de Medina allá por el 1803, en el camino real que vinculaba Buenos Aires con el Alto Perú pasando por Cuyo, motivo por el cual el General San Martín pisó sus tierras durante 1819. En 1824 se crea el fuerte de la Horqueta del Sauce entre los arroyos Pavón y Sauce, con la intención de resguardar los emprendimientos agrícolas de los malones que azotaban la región, ay! por la historia oficial y la recurrencia sobre la imposibilidad de convivencia entre "los salvajes" y los prósperos emprendedores.
En 1864 un grupo de vecinos solicita el permiso para edificar una capilla, y se convoca a un agrimensor para que delinee una traza urbana en los terrenos donados por Domingo Molina y Bernardo García. Un nuevo trazado definitivo se lleva a cabo durante 1872, año en el que se inaugura una escuela para niñas y se nombra a un juez de paz. El pueblo se nutre de muchos oriundos de Santiago del Estero, combatientes de la guerra del Paraguay que fueron beneficiados con la donación de tierras por parte del gobierno provincial.
El nombre de Carmen del Sauce surge durante 1875 cuando un caballero dueño de una mensajería entre Rosario y Melincué dona una imagen de la Virgen del Carmen como resultado de una promesa referida al rescate de su hija y una sobrina de las manos de un malón que las había puesto cautivas.
Cuando todo hacía suponer que el pueblo se encaminaba hacia un futuro muy promisorio un hecho clave ocurrió para torcer esa expectativa bien fundada. Llegó el ferrocarril y los dueños de los campos por los que tendría que haber pasado el nuevo tendido se negaron a entregar fracciones de su tierra para tal fin, en cambio el matrimonio compuesto por Amador Acebal y María Saá Pereyra ofreció sus tierras para que el tren pase por sus fundos distantes tan solo dos kilómetros de Carmen del Sauce. Nació así el pueblo de Acebal y la decadencia que condenó al otrora pujante pueblo al silencio eterno que domina sus calles de tierra y sus edificios congelados en el recuerdo.
Durante 2001, la tranquilidad pueblerina se vio alterada por la llegada del equipo de filmación de Rosarigasinos, película interpretada por Federico Luppi y Ulises Dumont.
La historia comienza con la creación de la Posta de Medina allá por el 1803, en el camino real que vinculaba Buenos Aires con el Alto Perú pasando por Cuyo, motivo por el cual el General San Martín pisó sus tierras durante 1819. En 1824 se crea el fuerte de la Horqueta del Sauce entre los arroyos Pavón y Sauce, con la intención de resguardar los emprendimientos agrícolas de los malones que azotaban la región, ay! por la historia oficial y la recurrencia sobre la imposibilidad de convivencia entre "los salvajes" y los prósperos emprendedores.
En 1864 un grupo de vecinos solicita el permiso para edificar una capilla, y se convoca a un agrimensor para que delinee una traza urbana en los terrenos donados por Domingo Molina y Bernardo García. Un nuevo trazado definitivo se lleva a cabo durante 1872, año en el que se inaugura una escuela para niñas y se nombra a un juez de paz. El pueblo se nutre de muchos oriundos de Santiago del Estero, combatientes de la guerra del Paraguay que fueron beneficiados con la donación de tierras por parte del gobierno provincial.
El nombre de Carmen del Sauce surge durante 1875 cuando un caballero dueño de una mensajería entre Rosario y Melincué dona una imagen de la Virgen del Carmen como resultado de una promesa referida al rescate de su hija y una sobrina de las manos de un malón que las había puesto cautivas.
Cuando todo hacía suponer que el pueblo se encaminaba hacia un futuro muy promisorio un hecho clave ocurrió para torcer esa expectativa bien fundada. Llegó el ferrocarril y los dueños de los campos por los que tendría que haber pasado el nuevo tendido se negaron a entregar fracciones de su tierra para tal fin, en cambio el matrimonio compuesto por Amador Acebal y María Saá Pereyra ofreció sus tierras para que el tren pase por sus fundos distantes tan solo dos kilómetros de Carmen del Sauce. Nació así el pueblo de Acebal y la decadencia que condenó al otrora pujante pueblo al silencio eterno que domina sus calles de tierra y sus edificios congelados en el recuerdo.
Durante 2001, la tranquilidad pueblerina se vio alterada por la llegada del equipo de filmación de Rosarigasinos, película interpretada por Federico Luppi y Ulises Dumont.
"Rosarigasinos,
"gasó", "gasá", son distintos términos que identifican algo como que alguna vez existió
un lenguaje extraño que Alberto Olmedo mentaba por televisión, que existía como
modo de hablar practicado en Rosario. No se puede decir si se trata de un
lenguaje, dialecto, jerigonza o argot. Podría parecerse a esto último si creemos
en la teoría de que fue inventado por presos de la
Unidad Penitenciaria 6 de
calle Zeballos en Rosario, para encriptar sus mensajes frente a los
guardiacárceles.
Algo sí se puede asegurar. Desde ahora, a partir de la película, el lenguaje se denominará definitivamente "rosarigasino", y formará parte del acerbo curioso y entrañable de esta querida ciudad."
Algo sí se puede asegurar. Desde ahora, a partir de la película, el lenguaje se denominará definitivamente "rosarigasino", y formará parte del acerbo curioso y entrañable de esta querida ciudad."
La experiencia Carmen todavía me depararía otra sorpresa, y con ella el afán de seguir con la idea de buscar 17 historias más para componer un panorama de los pueblos del sur provincial, tan vergonzosamente desconocido para mí.
conosi ese hermoso lugar acompañado por mi esposa. Tomamos unos mate observando la iglesia la bien cuidada plaza y la espetacular escuela que esta en esquina.ahora me entero que era para señoritas. pronto vuelvo a visitar ese maramilloso lugar
ResponderEliminarMis antepasados vivieron en ese lugar. Hoy tengo una casa en el Sauce
ResponderEliminar¡Vivo acá hace años! Me fascina el lugar, la tranquilidad, el aire.., no lo cambiaría por nada en el mundo.
ResponderEliminarMi familia era de Acebal pero mi abuelo Pepe Loco siempre me hablo de unos nativos que vivian en comunidad cerca del cementerio!!! Lugar magico.
ResponderEliminarEstudios históricos sobre la tremenda guerra co tras el Paraguay, dan cuenta que el ejército de Santiago del Estero no participó del genocidio.
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