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miércoles, 2 de abril de 2014

Gahan, Buenos Aires, Argentina

El sol de viernes tiñe de naranja las últimas nubes camino a Pergamino, el pronóstico climático y el ánimo presagiaban tres buenos días por delante.
Antes de alojarme en el Claus me contacto con quién pueda llevarme a recorrer los pueblitos del Partido, luego vendrá una cena tranquila, una cama por demás de confortable y una película para cerrar la primera noche de aventura.
El Amigo Gustavo será mi guía, rápidamente aparecen coincidencias ideológicas, políticas y sociales que enriquecerán los momentos compartidos. La primera parada será Gahan sobre la ruta 31, aquella que cobrara notoriedad debido a uno de los hechos policiales más absurdos y bizarros de los últimos tiempos.
El nombre del pueblo proviene de la familia homónima de origen irlandés que poseía tierras en la zona. Según datos del censo 2010, su población alcanzaba los 648 habitantes, y como casi todos los pueblos rurales su formación y desarrollo posterior estuvieron ligados al paso del ferrocarril, en este caso el trazado perteneció al famoso Tramway Rural de los hermanos Lacroze, empresa que una vez vendida pasó a formar parte del Ferrocarril Central Buenos Aires.
Dos usinas eléctricas le proporcionaban energía en los años 30 durante las horas del atardecer y hasta la medianoche, luego el avance de la electrificación rural permitió vincular Gahan al sistema interconectado.
El correo dependía del ferrocarril y contaba con servicio de telégrafo y transporte colectivo que la unía con la ciudad de Salto, distante 15 kilómetros. El acceso a la ruta 31 y su primer asfalto interno llegaron de la mano de la década del sesenta.
Ya por los cuarenta contaba con un cine y la constante visita de circos de gitanos, los mayores jugaban al truco en el bar de Schenone o en el almacén de Don Quica, la peluquería de Santantón era otro punto de encuentro masculino y el quiosco de Doña Tita la conexión con el mundo gráfico ya que allí llegaban con retraso los diarios y las revistas de alcance nacional, todo un micromundo autosustentable que mantiene casi constante su población.
Pero si pensamos en Gahan y en la ruta 31, nada de lo relatado nos vendría inmediatamente a la mente, desgraciadamente el sitio quedó ligado a los acontecimientos sucedidos aquel 12 de diciembre del 2009, cuando detrás de uno altos matorrales, justo enfrente de una peligrosa curva apareció volcado el auto rojo de la Familia Pomar, aquellos cuatro bonaerenses que fueron buscados por tierra, aire y mar durante 24 días, tejiendo en torno a su desaparición historias tan alocadas como la vinculación del padre, un químico desocupado, con el Cartel de Sinaloa, o la aún más descabellada teoría de la abducción, último rincón posible cuando se caen una a una las pistas más lógicas y racionales.
Gustavo, como creo todos los habitantes de la zona tienen una teoría posible, para él, la lluvia que caía esa oscura noche de noviembre, más el pésimo estado de la 31, más el cruce justo en la curva con algún camión y una mala maniobra o roce, terminaron por hacer volar por los aires al Fiat rojo para caer invertido tras los altos matorrales que ahora han sido acondicionados en un fotógenico paraje cargado de muerte injusta.
Hecho a volar una pequeña plegaria y seguimos camino reflexionando sobre cuantas tragedias podrían haberse evitado haciendo bien las cosas, claro juzgar con el diario de mañana es fácil, pero lo otro tampoco es un imposible, aquí, allá y en cualquier parte del Mundo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Pomar

2 comentarios:

  1. Nunca se volvió a hablar del caso Pomar! Yo discrepo, cuando después de tanto escandalete mediático, sobrevino el silencio, cualquier argentino avezado empieza a olfatear algo malo...otra cosa más que nos permanecerá vedada. Qué estarán ocultando?!

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  2. Las teorías que manejaron los investigadores incluían la de la abducción por parte del extraterrestre Turnelde, aquel que le enviaba cartas con "estampillas" a Fabio Zerpa, cartas procedentes de "otra galaxia", no, si somos únicos, inclonables, irreplicables.

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