Vistas de página en total

martes, 20 de agosto de 2013

Rebelde con causa. Alcorta todavía se escucha, Santa Fe, Argentina

El siglo transcurrido desde la Revolución de Mayo había modificado las estructuras heredadas de la colonia y una vez que la economía del país se insertó en los dictados de la división internacional del trabajo, las clases dominantes disfrutaban de una opulencia similar a las clases dirigentes europeas, excluyendo a las mayorías nacionales de tal esquema. El "gobernar es poblar" se expresó en la llegada de mas de tres millones de inmigrantes dedicados principalmente a la agricultura que prontamente debieron soportar leoninos contratos de arrendamiento quedando la propiedad conseguida en manos de los terratenientes.
La paciencia de los chacareros se colmó durante 1912 e inspirados en el lema de la revolución zapatista "la tierra es para el que la trabaja", decidieron un paro de actividades a desarrollarse a partir del 25 de junio de ese año, tras una masiva asamblea de colonos llevada a cabo en la Asociación Italiana de la localidad de Alcorta, durante la cual el anarquista Francisco Bulzani denunció la angustiante situación por la que atravesaban los campesinos de la zona.
Bulzani sostuvo entones, "no hemos podido pagar nuestras deudas y el comercio nos niega la libreta", "las cosechas son buenas y nosotros seguimos siendo muy pobres", "además los propietarios se niegan a considerar nuestras justas demandas". La histórica asamblea de la que participaron unas 2000 personas aprobó por unanimidad el formato del nuevo contrato redactado por el abogado rosarino Francisco Netri, conformándose además una Comisión de Huelga. Además surgió la idea de constituir una entidad que agrupara, representara y defendiera a los agricultores, conformando el 1 de agosto de 1912 la Federación Agraria Argentina. A fines de setiembre y en virtud de las mejoras conseguidas los colonos volvieron al trabajo de los campos.
Mientras duró el Grito de Alcorta, gran cantidad de personas sufrieron cárcel, persecuciones y violencia, produciéndose varias muertes entre ellas la de Francisco Netri, mártir del Grito.
Para conmemorar el centenario de tal heroica gesta, Alcorta recibió a miles de visitantes, engalanando espacios con cartelería alusiva y generando una intervención que recreaba las condiciones de vida imperantes en aquellos años duros.
Caminar la ciudad es encontrarse a cada paso con la historia, la vieja Sociedad Italiana, hoy hermosamente reciclada, la cartelería clara y abundante, los implementos agrícolas que engalanan el paseo próximo a la estación, la mismísima estación perteneciente al concedido NCA, la plaza e iglesia. Pero primero hagamos un poco de historia.
En 1857, la Comisión designada por el gobierno de la provincia de Santa Fe para la venta de terrenos de propiedad pública, vende el terreno fiscal llamado “Puestos de Medina”. 
Estas tierras, que comprenden la región en que se emplaza hoy la localidad, fueron adquiridas en 1860 por Amancio Alcorta. Uno de sus sucesores, Pedro Ramón Alcorta, comienza en 1878 las gestiones para que una línea ferroviaria pasara por ellas. En 1886, se comienza a construir la línea que uniría Villa Constitución y La Carlota, cuyo tramo hasta San Urbano (Melincué) es finalizado el 22 de junio de 1889 y, en ese momento, se construye la estación Alcorta. El 1 de mayo de 1890 se habilita la línea para el servicio de cargas, y el 26 de junio del mismo año se habilita al transporte de pasajeros.
El 31 de diciembre de ese mismo año, se crea el departamento Constitución y toma parte del departamento General López, por lo que la Estación Alcorta y su jurisdicción pasan al nuevo departamento.
Con la llegada del ferrocarril, la fisonomía del lugar comienza a transformarse: se instalaron almacenes de campaña, carnicerías y boliches, se poblaron las chacras y la estación Alcorta se hacía prometedora. El 27 de abril de 1892, la familia Alcorta decide vender las tierras a J.B.Iturraspe. El 23 de junio de ese mismo año, Iturraspe pide formalmente la autorización al gobierno provincial para la fundación de un pueblo, obtenida del gobernador Cafferatta el 21 de diciembre de 1892.
En mas de una oportunidad se me acercaron personas curiosas, que al tomar contacto con mis intereses se ofrecieron a contactarme con los descendientes del Grito, personas que mantienen viva la historia a través de la memoria, también el cura párroco me sorprendió con un "véngase cerca del mediodía, así comemos algo y charlamos", gestos que me llenaron de asombro, asombro ciudadano, asombro del diario anonimato.

3 comentarios:

  1. Qué experiencia fantástica! El contacto con la gente y su cultura local, es una experiencia imborrable, me ha tocado vivirla con sólo detenerme, en algún sitio, a sacar fotografías. Compartir con orgullo lo que es de ellos, sus historias, , hacen que gente como nosotros, intrusos de las imágenes, nos llevemos de estos sitios pedacitos de un pasado conocido, pero no tan profundamente ni tan cercano. Gran publicación! Abrazo, Rodo.

    ResponderEliminar
  2. Las palabras exactas, eso que quise decir lo resumiste en cinco maravillosos renglones.
    Eternas gracias!
    Abrazo!!!

    ResponderEliminar