Vistas de página en total

sábado, 6 de septiembre de 2014

Escuela Agrotécnica La Trinidad, Buenos Aires, Argentina

El orígen de la Escuela Salesiana, fue la visión de María Unzué de Alvear quién proyectó instalar bajo la dirección de los sacerdotes salesianos un establecimiento educativo para los hijos de los puesteros y trabajadores de su estancia San Jacinto, ubicada en Carabelas, Partido de Rojas. La escuela se inauguró el 19 de abril de 1925, frente al pueblo de La Trinidad sobre la actual ruta provincial 50 que vincula Colón con General Arenales, llevando el nombre de la madre de su benefactora, esto es Concepción Gutierrez de Unzué.
Originariamente funcionó el nivel primario, con una matrícula inicial de 95 alumnos , en 1940 se instaura el secundario agrícola de tres años de duración con el título de Mayordomo Rural. En 1960 se inicia el Bachillerato Agrícola y para 1966 se implementa la modalidad de Experto Agrario (tres años) y Agrónomo General (tres años). A partir del ciclo lectivo de 1996 se instaura el tema del octavo y noveno grado de la E.G.B para articular la currícula con el polimodal.
La escuela cuenta con diferentes secciones donde se realizan un sin fin de tareas relacionadas con el mundo agrario, producción e industrialización de leche, faena de animales, producción de chacinados, implantación y cuidado de cultivos agrícolas, producción de frutales, fabricación de dulces, apicultura, avicultura, cría y recría de terneros. Todos los productos manufacturados salen con el certificado de calidad orgánica y son de excelente factura (doy fe).
"Los alumnos, hijos de humildes campesinos reciben una educación técnica completa. La disciplina es justa y equitativa y tiene ese cariz paternal que distingue a los discípulos de Don Bosco"
Caras y Caretas, junio de 1937.
Estando dentro de la capilla, fui abordado por un sacerdote mayor quién me invitó a recorrer las instalaciones mientras iba abriendo las puertas interiores para acondicionar al edificio ante la inminente llegada de los primeros visitantes, esto sucedía un domingo a las 9 de la mañana. El ingreso a ciertas partes es libre, como así también el uso del parque contiguo, muchas personas de localidades vecinas vienen a pasar el día bajo la arboleda y a comprar los productos manufacturados por los estudiantes no solo de éste establecimiento si no de otros colegios salesianos del país, con quienes realizan un intercambio de productos regionales. El Padre me contó la historia del origen del colegio, me habló de San Jacinto y de la relación que existió durante los últimos años de vida de María Unzué de Alvear con Eva Perón, historia que me pareció muy significativa habiendo previamente estado en Los Toldos, lugar de nacimiento de María Eva.
Me dejó visitar y fotografiar los patios internos, las galerías, el hall principal, la capilla, le agradecí su atención y me dediqué en soledad a recorrer el complejo edilicio de sorprendente belleza.
Como verán la capilla está fuertemente ornamentada y muy bien cuidada, las mayólicas importadas lucen en todo su esplendor como así también el piso y las pinturas del techo. Una puerta nos comunica con las galerías interiores y otra muy grande y vidriada con el patio en donde se encuentran las habitaciones de los pupilos. La matrícula de la escuela hoy ronda los 220 alumnos que vienen desde lugares tan distantes como Colón y General Arenales.
Bajo los efectos del gran lucernario del hall principal el Padre me cuenta la historia del enfrentamiento de las dos Marías y el final de San Jacinto. Realmente las connotaciones de ambos temas son tan sustanciosos que ameritan un viaje especial para fotografiar al único sobreviviente del casco de la estancia y una profundización objetiva de la relación entre una heredera ligada a la clásica oligarquía terrateniente y una figura con poder político venida del inframundo social, dos extremos de los más antagónicos que uno se pueda imaginar que representaban posiciones de imposible mixtura.
A continuación me referiré muy someramente a los dos temas para no dejar una expectativa que quizás nunca tenga continuación.
Saturnino Unzué era un próspero comerciante de ramos generales radicado en Buenos Aires. A partir de 1850 comienza a gestarse un movimiento encabezado por el General Justo José de Urquiza para derrocar al "primer tirano" Juan Manuel de Rosas. El 21 de noviembre de 1851 tiene lugar "la convención" de los destituyentes para evaluar la cantidad de soldados, el dinero necesario y la estrategia militar a utilizar para llevar a cabo la batalla contra el restaurador de las leyes. El 3 de febrero de 1852 la batalla de Caseros se transforma en triunfo para los opositores.
Saturnino Unzué había ayudado económicamente a Urquiza y éste lo premia devolviéndole lo prestado en leguas de tierra, a razón de veinte centavos la legua. Es así como comienza la historia de San Jacinto y sus 80000 hectáreas de la mejor tierra para la práctica de la agricultura en todo el territorio nacional.
Al fallecer Saturnino la estancia pasa a ser administrada por su hija María Unzué que ya había contraído matrimonio con Ángel Alvear, hermano de Marcelo Torcuato de Alvear, presidente de la república en el período 1922-1928. Para 1905 los esposos se trasladan a la estancia viviendo en una edificación previa al palacio.
El palacio resultó ser una edificación de estilo normando francés de 100 habitaciones, cada una de ellas ornamentada con materiales traídos de distintas partes de Europa, por lo tanto los visitantes podían elegir permanecer en un cuarto ambientado al estilo inglés, francés, español, indio, americano del norte o colonial.
La escalinata principal era de mármol de Carrara, los picaportes estaban enchapados en oro, el mobiliario estaba confeccionado en cedro, nogal y roble, muchos provenientes de Japón.
En el subsuelo se disponían 7 habitaciones, ahí se ubicaba la caldera a leña, la bodega y el sector destinado a repuestos para el mantenimiento de las instalaciones del palacio. En la planta baja encontrábamos 5 dormitorios, 4 baños, los comedores, la sala de billar, toilettes para los visitantes, la cocina principal y las dependencias secundarias para el personal.
En el primer piso se disponían 9 dormitorios principales, 7 baños, otra cocina, un cuarto de planchado, un lavadero, la gran terraza cubierta y 26 dormitorios más, por las dudas.
En cuanto a la tecnología constaba de un tanque de agua de hormigón capaz de contener 25000 litros, un sistema contra incendios, una fábrica de hielo con capacidad de producción de 40 barras por día y un sistema de generadores de electricidad que se utilizaban entre otras cosas para el proceso de la esquila mecanizada. Un parque con especies arbóreas importadas, una pileta de estilo francés con capacidad para 150000 litros, con profundidades que variaban entre los 4 metros y el metro, huertas varias, criaderos de aves, sector dedicado a la apicultura y la capilla dedicada a la Inmaculada Concepción de María Santísima, bendecida el 19 de abril del 1900.
En el palacio se filmó la película Fantoche protagonizada por Luis Sandrini, la primera rodada en cinemascope. A esta altura quizás se pregunten porqué no fui a ver semejante obra, por qué los tiempos del viajero juegan en contra de poder contar y mostrar estos sitios tan poco difundidos a pesar de su espectacularidad, bueno en verdad no muestro nada porque...nada queda, bueno sí, alguito quedó en pie, la torre del campanario de la Inmaculada, lo único que vaya uno a saber porque se salvó del arquiasesinato.
Para finales de los sesentas los descendientes de Saturnino habían subdividido el campo principal y decían no poder mantener el castillo debido al deterioro producido y a los costos que implicaban arreglos y manutención, por lo tanto deciden venderlo a Ecuador Inv S.A. una empresa norteamericana radicada en Montevideo que lo adquiere pagando la suma de 27 millones de pesos en 1968, con la idea de instalar allí un complejo hotelero y casino. La ley 17752 sobre promoción de zonas turísticas prohibía la instalación de casinos en una distancia menor de 300 kilómetros de Buenos Aires, a parte la proliferación y difusión del mal de los rastrojos en la zona impidió que el grupo inversor decidiera seguir adelante con el establecimiento de un emprendimiento hotelero, ya que la publicidad sobre el alcance del mal espantaría a potenciales clientes extranjeros, al no poder llevar adelante el motivo por el cual habían realizado la inversión deciden vender el castillo más 60 hectáreas de tierras, por un valor de 60 millones de pesos, recuerden que la inversión inicial fue de 27 millones, la oferta se mantuvo durante 1969 y 1970 pero no hubo compradores.
En abril de 1970, Ecuador Inv. S.A decide rematar el edificio y sus pertenencias. En la mañana del 20 de junio de 1970 el castillo será rematado trozo a trozo hasta sus cimientos. A las 11 de la mañana los altoparlantes convocaron al millar de personas congregadas, entre quienes se encontraba mi interlocutor salesiano, a pasar a la subasta. Minutos antes Elio Cohen, gerente de HISISA, el apoderado de Ecuador Inv. S.A había formulado una oferta de 30 millones para intentar de evitar la subasta.
La oferta no cautivó a los propietarios y terminó produciéndose el remate, por el cual se obtuvieron 20 millones de pesos por los materiales y casi 12 millones más por las 58 hectáreas que salieron a remate junto con el casco de la estancia San Jacinto, total 32 millones, dos más de los treinta que quizás hubieran salvado de la picota a semejante palacio.
El domingo 21 de junio de 1970, una empresa de demolición de Rojas dio cuenta del castillo, todo quedó reducido a escombros, todo menos ta torre del campanario de la Inmaculada, lo único que vaya uno a saber porque se salvó del arquiasesinato.
Afuera del complejo del Colegio Salesiano me encontré con este simpático edificio confeccionado en chapa, por favor si alguien me puede contar sobre su uso e historia, agradecido.
Para ir cerrando al historia del Colegio me referiré a su musa inspiradora. María Unzué nace el 21 de noviembre de 1862, hija de Saturnino Unzué, contrae matrimonio con el hermano del futuro Presidente de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear, del cual enviudó pronto sin tener hijos.
Durante su vida ejerció la filantropía siendo presidenta de la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires y la Caja Dotal para Obreras, fue colaboradora del Patronato de la Infancia, del de Enfermos de Lepra, del de Liberados y de la Liga Argentina contra la Tuberculosis entre otras asociaciones.
En el Partido de Rojas hizo construir el hospital, la iglesia y los asilos de ancianos y huérfanos. En General Arenales donó 500 hectáreas para la fundación del pueblo de Ferré, tierras para la constitución de La Trinidad, y para el colegio salesiano que hoy nos ocupa. En Carabelas donó parcelas para la escuela y la capilla, lo mismo hizo en Pergamino, Colón, La Beba y La Angelita.
Debido a sus problemas visuales colaboró con el Hospital Santa Lucía de Buenos Aires y construyó el templo Santa Rosa de Lima en la Capital Federal.
Gracias a su labor filantrópica fue condecorada con la órden del Sol en Perú, adquiriendo también títulos de condesa y marquesa pontificia.
Fallece en Buenos Aires el 18 de febrero de 1950, "el gobierno totalitario peronista quién gobernaba en ese momento le impidió ser enterrada en la iglesia que mandara edificar" (La segunda Tiranía).
La frase extraída de una página dedicada a comentar desde una posición opuesta "las irregularidades" cometidas durante los gobiernos de Perón, coinciden con el sentido de las palabras del Padre salesiano, éste me manisfestó que María Eva nunca le perdonó a María la obtención de los títulos pontificios que ella añoraba para sí, realmente creo que eso sería una lectura muy básica del abismo insalvable que se sucedía entre las dos Marías, una representaba todo lo que la otra combatía, desgraciadamente el pensar en un trabajo coordinado por parte de las dos entraría en la tierra de las ucronías, pero bueno uno lee y entiende perfectamente las dos posiciones.
Agradezco la paciencia del transportista que me estaba conduciendo a General Arenales, agradezco al Padre Salesiano por sus historias, y fundamentalmente a mi amigo y colega Javier, orgulloso ex alumno del colegio quién me contó por primera vez sobre el mismo y me hizo probar las exquisiteces allí producidas.
Javi ahora te toca llevarme a San Jacinto.




12 comentarios:

  1. Qué privilegio, querido amigo! Estos relatos y visitas en primera persona. Son verdaderos documentos, de verdad me enorgullece ser seguidora de tu blog. Una belleza esa fachada! Gracias por compartir tus magnifícas historias.Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Fue un post muy difícil de escribir, creo que el tono mesurado es producto del tiempo de añejamiento que han merecido las turbulentas ideas juveniles, si habría escrito lo mismo durante los ochenta no habría sido tan complaciente con los Salesianos y menos con Doña María Unzué de Alvear y hasta habría ligado sendos palos María Eva Ibarguren, los años, los kilómetros, 3000 películas y unos cuantos libros han hecho que tome distancia de esas posiciones dogmáticas que tanto mal hacen, ahora creo poder mirar la realidad y sus personajes desde fuera del círculo que contiene a todos y todas.
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Hermosos lugares! Y una descripción impecable, dan ganas de ir.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Ojalá puedas llegarte hasta el Colegio, su historia, sus edificios, su parque hacen que sea un lugar por demás de atractivo para la visita tranquila, sin la dictadura del tiempo.
    Si vas, escribime contando las vivencias.
    Saludos !!

    ResponderEliminar























  5. El edificio rojo y celeste es el lugar donde funciona la administracion del colegio . Este lugar es un orgullo para quienes vivimos en la zona .saludos


    ResponderEliminar
  6. Gracias Juan, realmente no sabía cual era el uso de tan bello edificio y coincido plenamente que se trata de una muy lograda pieza de arquitectura.
    Gracias por los aportes, son muy valiosos!!!

    ResponderEliminar
  7. En un viaje realizado a la escuela por cuestiones de trabajo, experimente en persona tan bello lugar, su historia y su arquitectura, además me sorprendio la hospitalidad, atención y amabilidad de los alumnos que viven y estudian allì, muy respetuosos y atentos, al igual que el padre que nos atendiò brindándonos todo lo que tenían a su alcance, la verdad digno de admirar el respeto y la educación de esos chicos...

    ResponderEliminar
  8. Coincido totalmente con tu intervención, también tuve la dicha de contar con la atención del Padre que fue quién me contó sobre Doña María Unzué y su relación con Eva Perón por ejemplo, dato que desconocía, amén de permitirme recorrer las instalaciones con total libertad.
    Gracias por el comentario.
    Saludos!!

    ResponderEliminar
  9. El edificio de chapa, celeste c techo rojo, fue la primer capilla q habia en la colonia, estaba ubicada en otro lugar y se traslado alli cuando donaron el predio para hacer la escuela...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Norma, muchísimas gracias por el dato, no lo tenía, de allí la importancia de tu aporte.
      Saludos!!!

      Eliminar
  10. He tomado conoc. de este colegio en forma casual; impresionado por el estilo arquit.y la obra pedagogica que impulsa este establec.,felicitaciones!!!...

    ResponderEliminar
  11. Fuí alumno de la Escuela Salesiana entre 1971 y 1976, en esa época eramos alrededor de 200 alumnos, todos pupilos, teníamos salidas preprogramadas a nuestras casas de 4 días cada 2 o 3 meses. Ese edificio de chapa rojo y celeste estaba destinado a vivienda de algunos solteros que trabajaban en la cocina y lavaplatos, y por otro lado tenía un salón grande que era utilizado como lugar de esparcimiento y reunión los sábados por la noche y días de lluvia, como una sala de estar, donde jugábamos a las cartas, al billar, había música y un televisor en blanco y negro, los alumnos de los cursos mayores tenían permiso para fumar, al lugar se le llamaba "el bulín". Durante 1976 se construyó una sala de estar nueva y mas grande, junto a las canchas de paleta, y ya dejó de tener ese uso.

    ResponderEliminar