El viaje continúa tierra adentro en la búsqueda de dos parajes rurales de características similares a Ham, así vamos con el Amigo Néstor en dirección a la Estación Delgado de la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA). El ramal que dio orígen a la parada y al caserío disperso, vinculaba Pergamino con Vedia, librándose al servicio el 5 de diciembre de 1910. Durante el Gobierno del General Perón pasa a manos del Ferrocarril General Belgrano hasta que el famoso Plan Larkin aconseja su cierre en 1961, siempre bajo la tónica de clausurar ramales secundarios que bien podían ser reemplazados por la modalidad de transporte automotor impulsado por el sistema hegemónico que tenía sus ejes en el petróleo, el hormigón armado y las automotrices. Obviamente el ramal comenzó a sufrir el paulatino cese de servicios, pero el camino paralelo a las vías ni se asfaltó, ni el transporte público se interesó en adentrarse por esos caminos tortuosos e inseguros, motivos que generaron el aislamiento que impulsó a muchos a tomar la decisión de abandonar sus lugares en busca de otros que ofrecieran la posibilidad de empleo, educación, salud, accesibilidad y esparcimiento.
La primera parada la efectuamos en la escuela 5, cerrada pero muy bien conservada, ya que hay un cuidador que la mantiene en condiciones, llagando a utilizarse como albergue para delegaciones escolares.
Lamentablemente la misma tiene sentencia de muerte, o destino de sojal, como vemos en el dictamen de ley de la Legislatura Bonaerense en la entrada anterior.
Existe la esperanza que la escuela 5 no corra la suerte de convertirse en plantación de soja, quizás debido a su estado de conservación alguien la compre y siga con el uso y mantenimiento que ostenta al día de hoy, quizás alguien piense en repoblar en vez de arrasar, repoblar sería descomprimir las grandes urbes, pero para eso hace falta muchísimo trabajo y dedicación y eso atenta contra la posibilidad de dinero fácil a través del delito y la corrupción.
Seguimos el camino y establecemos la segunda parada en la estación propiamente dicha, los infaltables silos son la única certeza que todavía queda algo de movimiento en el paraje, pero debo confesar que no ví a persona alguna durante el tiempo que permanecimos en Delgado.
El ramal G6 del Ferrocarril General Belgrano se cierra definitivamente durante 1977 y hoy 37 años después nada hace suponer que vuelva a ser reactivado a pesar de circular por la zona productiva más importante de la pampa húmeda.
Salgo de la estación, y justo enfrente del cuadro mismo aparece un edificio de chapa acanalada que supo albergar durante décadas al Club Delgado, entrar al edificio y recorrer sus dependencias genera una sensación extraña ya que muchos objetos parecieran haber sido utilizados hace poco tiempo, pero no, el abandono registra muchos años y todo ha quedado congelado como en la Pripyat de Chernobyl.
Cada espacio, cada objeto parecía haber sido colocado adrede como en un decorado, en un set que reconstruye los instantes previos a un cataclismo nuclear o a una invasión zombi, indudablemente hace tiempo que nadie circula por esos indeterminados caminos del Señor y seguramente reliquias como éstas todavía permanecen escondidas en otros recónditos parajes pampeanos.
La ochentosa cabina de teléfono me devuelve a la época de esplendor del Club Delgado, de cuantos secretos, confesiones, llantos, anuncios, ruegos o enojos serán testigos esas paredes, cuantas parejas o familias enteras habrán planeado el exilio interno desde una mesa entre baile y baile, tanto silencio donde alguna vez hubo tanto bullicio resquebraja el alma, la pampa se va quedando en silencio y pronto se quedará sin colores, se convertirá en un mundo monocromático al paso del monocultivo que antecederá al fin.
La primera parada la efectuamos en la escuela 5, cerrada pero muy bien conservada, ya que hay un cuidador que la mantiene en condiciones, llagando a utilizarse como albergue para delegaciones escolares.
Lamentablemente la misma tiene sentencia de muerte, o destino de sojal, como vemos en el dictamen de ley de la Legislatura Bonaerense en la entrada anterior.
Seguimos el camino y establecemos la segunda parada en la estación propiamente dicha, los infaltables silos son la única certeza que todavía queda algo de movimiento en el paraje, pero debo confesar que no ví a persona alguna durante el tiempo que permanecimos en Delgado.
El ramal G6 del Ferrocarril General Belgrano se cierra definitivamente durante 1977 y hoy 37 años después nada hace suponer que vuelva a ser reactivado a pesar de circular por la zona productiva más importante de la pampa húmeda.
Salgo de la estación, y justo enfrente del cuadro mismo aparece un edificio de chapa acanalada que supo albergar durante décadas al Club Delgado, entrar al edificio y recorrer sus dependencias genera una sensación extraña ya que muchos objetos parecieran haber sido utilizados hace poco tiempo, pero no, el abandono registra muchos años y todo ha quedado congelado como en la Pripyat de Chernobyl.
Cada espacio, cada objeto parecía haber sido colocado adrede como en un decorado, en un set que reconstruye los instantes previos a un cataclismo nuclear o a una invasión zombi, indudablemente hace tiempo que nadie circula por esos indeterminados caminos del Señor y seguramente reliquias como éstas todavía permanecen escondidas en otros recónditos parajes pampeanos.
Fui muchas veces a los bailes de Estacion Delgado , tengo un recuerdo muy lindo de ellos.
ResponderEliminarPor lo que cuentan se armaban regios bailes con gente venida de lejos, ver tanta desolación, sobrellevar tanto silencio termina doliendo.
ResponderEliminarGracias por tu recuerdo, me sirve para visualizar que ocurría dentro de ese espacio vivo y alegre que seguramente no presentía tan triste final.
Abrazo!!
Asi es Rodolfo, y te cuento que a muy pocos km de alli cercano a estacion Sarasa se encuentra tambien abandonado el antiguo club Pellegrini donde tambien se hacian lindos bailes en google earth hay algunas fotos del mismo .saludos . juan
EliminarSiempre ocurre que me entero sobre sitios que no recorrí cuando estoy muy lejos de ellos, por desgracia nuestro País es muy grande y muy lleno de ruinas y abandonos, así que es una misión imposible intentar visitarlos a todos.
ResponderEliminarGracias por la información que siempre es muy bienvenida.
Saludos!!!
Mi campo esta a unos 15 km de Estacion Delgado cuando yo era niño llegaba hasta alli el carnicero de la estacion en un carro tirado por caballos repartiendo la carne por todas las chacras de la zona , traia la carne en un gran cajon y los trozos de carne segun el pedido de cada cliente los unia entre si con un trozo de piolin qe lo pasaria entre la carne con una aguja grande de las de coser bolsas y bueno en esos tiempos no existian las bolsitas que se usan hoy en las carnicerias.. El carnicero de Delgado como lo llamabamos es uno de los recuerdos de aquella estacion que yo de niño solo conocia de nombre pero ni sabia donde estaba , saludos Juan
ResponderEliminarJuan que buena historia, muchas veces en esas soledades se logran percibir retazos de ese pasado disfrazados de una copa que quedó desde siempre sobre un mostrador inundado de tierra, o descoloridas guirnaldas que alguna vez significaron que por allí hubo música, diversión, secretos y amor.
EliminarLos silencios de la Pampa guardan tantos secretos e historias como la que vos tan bién contás.
Muchas gracias por compartirla. Saludos!!!
Si Rodolfo,tal vez alguien que pasa hoy por alli solo ve un galponcito sucio y abandonado pero quienes vivimos aquellas fiestas ,se nos inunda la mente de recuerdos muy lindos vividos en ese lugar, me gusta ver que vos que llegaste de muy lejos sepas percibir lo que alli hubo en el pasado . saludos Juan
ResponderEliminarSí es cierto que desde el camino no invita a que paremos para dar un vistazo, pero para todo aquel que anda en la búsqueda de esos sitios con historia, ocurre lo contrario, al verlo te das cuenta que estás frente a un lugar muy significativo que seguramente te deparará más de una muy grata sorpresa.
EliminarSaludos y como siempre muchas gracias por ser parte del viaje.
hace unos dias estube en Estacion Delgado , y al querer ver el galponcito de los bailes veo con tristeza que ya no esta mas fue desarmado totalmente, en fin ahora es solo un recuerdo , suerte que Rodolfo hiso esas lindas fotos por lo menos podemos volver a verlo aqui . Gracias Rodolfo..Saludos Juan
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