Coronel Camilo Isleño se ubica a 18 km de Salto, también por la ruta 31, pero con un ingreso no pavimentado, hecho que dificulta la conexión en tiempos de lluvia, ya que éstas trazas se dañan fácilmente.
No encontré datos sobre su población, sí que posee energía, teléfono, escuela primaria y jardín de infantes.
Su nombre recuerda al coronel del ejército de los hermanos Reynafé, aquellos caudillos cordobeses que pergeñaron la muerte de Facundo Quiroga en Barranca Yaco.
La pequeña estación data de 1860 y pertenecía al ramal Rawson-Arribeños del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, luego San Martín, luego ALL, y ahora Belgrano Cargas y Logística, muchos nombres han pasado y nadie ha tenido en cuenta al ramal y menos a la pequeña estación que ya perdió todas las esperanzas de ver pasar trenes por delante.
No hay pavimento, no hay veredas, no hay iluminación, tan solo huellas, campo y mucha tranquilidad.
Todas las dependencias ferroviarias están ocupadas, los edificios en pié, discretamente mantenidos, pero por suerte enteros, algunas viviendas se notan desocupadas propio del éxodo que ocurre en estos pueblos cuando se pierde la conexión con el mundo circundante y el trabajo que ella generaba.
Son pasadas las 10.00, nos queda tiempo para buscar el último punto a recorrer, Gustavo capturó indicios, algo vimos a la pasada, pero falta un dato clave, es o no es, that's the new question.
No encontré datos sobre su población, sí que posee energía, teléfono, escuela primaria y jardín de infantes.
Su nombre recuerda al coronel del ejército de los hermanos Reynafé, aquellos caudillos cordobeses que pergeñaron la muerte de Facundo Quiroga en Barranca Yaco.
La pequeña estación data de 1860 y pertenecía al ramal Rawson-Arribeños del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, luego San Martín, luego ALL, y ahora Belgrano Cargas y Logística, muchos nombres han pasado y nadie ha tenido en cuenta al ramal y menos a la pequeña estación que ya perdió todas las esperanzas de ver pasar trenes por delante.
No hay pavimento, no hay veredas, no hay iluminación, tan solo huellas, campo y mucha tranquilidad.
Todas las dependencias ferroviarias están ocupadas, los edificios en pié, discretamente mantenidos, pero por suerte enteros, algunas viviendas se notan desocupadas propio del éxodo que ocurre en estos pueblos cuando se pierde la conexión con el mundo circundante y el trabajo que ella generaba.
Son pasadas las 10.00, nos queda tiempo para buscar el último punto a recorrer, Gustavo capturó indicios, algo vimos a la pasada, pero falta un dato clave, es o no es, that's the new question.
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