Capilla de estancia, Sauce Melú, Buenos Aires, Argentina

Así se veía el camino en cuestión, el GPS era la memoria de Beto y los dichos del camionero, la premisa era encontrar una iglesia que se erigía dentro de un campo en un paraje llamado Sauce Melú, los datos eran muy vagos, la información en la red mínima y la posibilidad del fracaso amplia.
Avanzamos, en un momento el camino corre bajo un tupido techo de árboles, la huella se hace mínima y las expectativas aumentan en forma proporcional.

Pasada una curva se abre hacia la izquierda un camino con tranquera y frondosa arboleda, y allá a lo lejos se divisa una forma amarillenta que bien por sus proporciones podía ser la capilla en cuestión. Paramos e indudablemente parados sobre el eje del camino éste termina en el predio que contiene al edificio ansiado. Nadie a la vista, trepamos por sobre la tranquera y caminamos hasta la misma, el riesgo menor unos disparos disuasivos, el mayor, tiro al blanco.

La visión del edificio es magnífica, la placa indica el nombre de quién mandó erigir la capilla, Don Federico José Zorraquín, oriundo de Concordia y seguramente descendiente del primer presidente comunal de aquella localidad entrerriana.
Nadie a la vista, me sentía como un paparazzi edilicio y la estrategia ante alguna presencia, era invocar la imposibilidad de no concretar una promesa ofrecida. Seguí avanzando en un predio deshabitado, con la certeza que la visita solo buscaba capturar algunas tomas de un lugar poco conocido.

Emprendemos la vuelta, lamentablemente no he podido encontrar mas datos de la estancia y su capilla, ahora la próxima parada se llama La Larga, a tiro de la RP 85, la mitad del día se aproxima, todavía resta mucho por recorrer, demasiado para una sola jornada.