Frente al ingreso del pueblito de Avellaneda sale una ruta que conduce a Macha, son 7km en medio de monte serrano por un camino angosto, flanqueado por pastos altos, de repente un tanque de agua denuncia arqueología ferroviaria, unas cuadras por delante una estación, ocupada pero cuidada, pero nada de vías, señales, vagones, carteles, rastros, nada. Mi desconocimiento me impidió saber que me hallaba parado sobre el mítico Ramal A del FC Belgrano qe unía Laguna Paiva con Catamarca, cerrado hace 500 años, todo lo que tenga que ver con ese circuito está enterrado bajo capas de olvidos, negaciones y traiciones.
Más allá del pueblo se cruza un río que aparece muy abajo con frondosa arboleda, vuelvo para tomar el desvío a la Posta de Macha en el antiguo Camino Real, bien marcado por estos pagos, el edificio está dentro de una estancia, me mando y ante la indiferente mirada del casero que me saluda saco algunas fotos agradeciéndole la confianza deparada.
Vuelta para Dean Funes, final de jornada recorriendo la 60 Sur, mañana será el turno del Norte, con San José, Villa Quilino y el plato fuerte, Las Salinas Grandes
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