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jueves, 18 de septiembre de 2014

Pearson, Buenos Aires, Argentina

Unos quince kilómetros de intrincados caminos rurales separan Peyrano del pueblo de Pearson en la Provincia de Buenos Aires.
La historia del asentamiento se inicia con la entrega de tierras por parte del Estado a los banqueros Hale, en concepto de pago de deudas contraídas, en la zona de la laguna conocida como "La Cardoza", donde se libraron cruentas batallas entre los ejércitos de Rosas y Mitre allá por el 1851. La familia Hale unió estos terrenos a los comprados a M.Alfonso Anchorena, conformando una importante extensión de tierras a las que denominaron "La Laguna". Los Hale ya habían fundado con su nombre otro pueblo en la Provincia de Buenos Aires, razón por la cual debieron buscar una denominación diferente para el nuevo asentamiento y este surge del casamiento de una de las hijas de Samuel Hale con Pearson.
El nuevo pueblo cobra impulso cuando el 1 de julio de 1914 el FCCA inaugura su ramal Peyrano-Otto Bemberg, con conexiones hacia los puertos de Villa Constitución y Rosario, haciendo circular un tren de pasajeros entre Bemberg (actual Rastreador Fournier) y Rosario tres veces por semana, siendo un servicio muy utilizado por los "comisionistas" que se valían de la diversidad de productos que podían encontrar en una ciudad que no paraba de crecer gracias al motor del puerto y los ferrocarriles.
El proyecto original del FCCA contemplaba un recorrido más ambicioso ya que la idea inicial incluía como destino a Río IV en la Provincia de Córdoba y desde allí el empalme con el Ferrocarril Andino hacia la región de Cuyo, pero los avatares de la Gran Guerra del 14 frenaron la construcción.
La punta de rieles en Rastreador Fournier se ubica a tres kilómetros y medio de pueblo de Santa Isabel, hasta donde llegaba otro ramal del BAP, procedente de Saforcada en el Partido de Junín, esta proximidad hizo que en 1954 se unieran ambas puntas de riel cerrando un circuito que partiendo de Junín y pasando por Pearson y Peyrano terminaba en  Rosario, circuito que fue recorrido por formaciones diésel de pasajeros.
Este vínculo que ligaba Pearson con múltiples destinos hizo que durante las décadas del cuarenta y cincuenta no parara de crecer, clubes, un cine, estafeta postal, teléfono, radio teléfono, escuela, comercios, soportes para que la comunidad alcanzara momentos de esplendor, hasta que en 1968 y 1976, los gobiernos de facto de Onganía y Videla cierran los ramales y desnudan el aislamiento que sufría el pueblo con caminos rurales muy malos para el transporte carretero. Así se produce el consabido despoblamiento que sigue hasta la fecha ya que los 257 habitantes censados en 2010 representan el 1.5 % menos que los contados en el censo del 2001.
El edificio ferroviario se encuentra preservado en excelente estado de conservación producto de un reciente reciclado, protegido por una cerca de alambre que impide el contacto con la galería, pero que aleja a depredadores seriales.
Dejo el predio de la estación y sus centenarias casas vecinas en búsqueda de la plaza e iglesia.
Justo al inicio de la misma se produce el cambio de la tierra que me venía acompañando desde Santa Fe, al nuevo pavimento que une al pueblo con la provincial 50 y la nacional 178 que la liga a Pergamino y Alcorta.
Esa obra de vital importancia vuelve a conectar a Pearson con el resto del mundo, a pesar que las vías férreas están activas y bien mantenidas para la circulación de cargueros.
El punto exacto en donde el aislamiento se transforma en futuro.
La capilla de Nuestra Señora del Carmen se erige en 1969.
La pequeña vuelta de sábado por la mañana termina y vuelvo hacia Pergamino por la nueva provincial 50 y la desolada nacional 178, el fin del recorrido marca un futuro tiempo de silencio para las historias de la pampa, ahora la actividad se mudará por unos días al blog ferroviario para después seguir por... no hay un por, habrá que volver al camino para continuar con la historia, o todo el trabajo será historia si el camino se vuelve esquivo.



martes, 16 de septiembre de 2014

Peyrano, Santa Fe, Argentina

Antiguamente toda la zona al sur del río Carcarañá era conocida como Pago de los Arroyos, superficie de tierra que abarcaba desde el mencionado río hasta la Cañada de las Hermanas en la provincia de Buenos Aires, incluyendo en su vasto territorio a  numerosos cursos de agua que dieron orígen al nombre adoptado.
Las discusiones de límites entre Buenos Aires y Santa Fe cesaron cuando se decidió establecer la frontera en el punto intermedio entre el Arroyo Seco y el Ramallo, recayendo tal distinción sobre el denominado Arroyo del Medio.
La localidad de Peyrano se ubica dentro del Bajo Hondo o Cañada de las Pajas, dista tres kilómetros de la ruta provincial 18 y su límite sur corresponde al mismísimo límite natural con Buenos Aires.
El FCCA habilita su ramal Cañada de Gómez-Pergamino el 11 de enero de 1890, edificando una estación intermedia en los campos de Don Manuel Peyrano, un inmigrante de la Liguria que arribó al país siendo un niño en 1844. El 30 de julio de 1891 se aprueba la fundación de un asentamiento urbano en tierras también pertenecientes a Don Manuel. La comuna se crea el 14 de mayo de 1895, fijando límites que se irán modificando en perjuicio del nuevo emplazamiento hasta la actualidad.
El ramal Peyrano-Cañada de Gómez está desactivado, NCA corre trenes hacia Pergamino utilizando vías que en su momento le pertenecieran a la compañía ALL desde la localidad de Soldini en Santa Fe y que hoy han vuelto a mano del Estado a través del Belgrano Cargas y Logística S.A, que se hizo cargo de la explotación integral de la red de cargas del ex San Martín al momento de rescindir el contrato de concesión con la privatizada empresa brasilera por graves incumplimientos de los compromisos pactados. El otro ramal que partiendo de la estación Peyrano culmina en Rastreador Fournier ex Otto Bemberg, también está activo y fue operado hasta su reestatización por las concesionadas ALL y BAP, de ahí el buen estado general de la vía y las dependencias ferroviarias.
El viejo tanque de agua hoy es utilizado por la comuna para cargar las cubas municipales
La parroquia está consagrada a la Virgen del Luján
Imágenes urbanas que nos muestran un hermoso edificio en ochava perteneciente en su momento a una estación de servicio, un antiguo cartel que evoca una vieja marca de tractores caída en el olvido y un bar de pueblo, de esos con bicicletas en la puerta sin cadenas ni candados.
Peyrano devuelve la imágen de una comunidad muy prolija, con espacios cuidados y una apuesta al crecimiento y desarrollo.
Otro motivo de orgullo es su Festival Folclórico que se realiza todos los años, desde 1981, son tres días a pura música, danzas, artesanías y gastronomía que ocupan el escenario Jaime Dávalos y la Plaza Colón.
Dejo Peyrano y Santa Fe por un camino rural en la búsqueda de la última parada nuevamente en territorio bonaerense, un pequeño enclave que renació gracias a una nueva conexión vial que rompió con su histórico aislamiento de años.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Arroyo del Medio, Buenos Aires, Argentina

Una nueva aventura de sábado por la mañana, tres pequeños enclaves en medio de la pampa, sobre la delgada línea de agua que separa Buenos Aires de Santa Fe. Así parto desde Pergamino rumbo al norte por la provincial 32 hasta el desvío de mala tierra que me posiciona en el primer enclave bonaerense, el caserío de Arroyo del Medio.
Como es de suponer el orígen de todo está relacionado con el ferrocarril, es así que para 1880 el poderoso FCCA, una empresa de capitales británicos, operaba trenes en las Provincias de Santa Fe y Córdoba, sin llegar hasta el principal puerto del país. Entonces para corregir esta situación comienza su expansión hacia el sur del país, adquiriendo todos los bienes y derechos de explotación del Ferrocarril del Norte de Buenos Aires que hacía correr convoyes desde la Capital Federal hasta San Fernando y Tigre.
En 1890 el Central Argentino habilitó una nueva línea de 143 kilómetros entre Cañada de Gómez (Santa Fe) y Pergamino y desde allí hasta Luján arrendando vías del FCO, esto hizo que pudiera traer trenes desde el interior hasta Buenos Aires. También en 1890 el FCCA tras la privatización del FCO compra los ramales Luján-Pergamino-Junín y Pergamino-San Nicolás. Durante 1892 completa una serie de empalmes que le permiten por fin con vías propias vincular Retiro con Córdoba y Santa Fe, rekilometrando toda la línea que pasaba por Victoria, Vagués, Pergamino, Peyrano, Casilda, Cañada de Gómez y Villa María.
Al quedar inaugurada la línea que unía Pergamino con Cañada de Gómez, los hermanos José Luis y Miguel Madariaga, propietarios de una grasería y un saladero comenzaron gestiones para instalar una estación en sus campos con el objetivo de facilitar la salida de sus productos vía tren, obviando el engorroso sistema de carros y carretas por caminos intransitables. De esta manera durante el año 1893 se establece la parada en sus campos, que con el tiempo iba a conformar en derredor un pequeño caserío que nunca logró consolidarse.
Al caserío lo conforman la estación, la escuela 25 en funcionamiento, una casa larga que seguramente antaño fue almacén u hotel, y tres viviendas más. El edificio ferroviario está en malas condiciones con una ocupación reciente que nada ha hecho por preservarlo.
La próxima búsqueda está relacionada con los puentes sobre el Arroyo del Medio, el del FCCA y el carretero, destruido por alguna crecida hace mucho tiempo.
Vemos que el ferroviario es de excelente factura habiendo resistido crecientes tras crecientes, en cambio el carretero secundario sucumbió al embate de las aguas permaneciendo caído desde hace una eternidad.
Vemos que la traza rumbo a Peyrano se ha perdido completamente bajo un espeso manto de hierba, señal que el derrumbe es muy añejo.
El camino vista hacia el caserío de Arroyo del Medio
No hay mucho más por ver en Arroyo del Medio, un diminuto enclave fronterizo que nunca llegó a consolidarse, las causas, indeterminadas, quizás el camino de acceso, quizás el río demasiado cercano y el riesgo de inundaciones, quizás dos pueblos vecinos que alcanzaron un crecimiento bastante sostenido, probablemente las tres sean causas ciertas que se conjugaron para que Arroyo del Medio sea un paraje casi fantasma al filo del abismo.