domingo, 29 de marzo de 2015

Warnes, Buenos Aires, Argentina

Warnes pertenece al Cuartel X del Partido de Bragado, se ubica a 23 kilómetros de la ciudad cabecera, sobre el ramal Suipacha-Bayauca del FCO, progresiva kilómetro 209,3 desde Plaza Once.
No tiene acceso pavimentado, pero el hecho no produjo el despoblamiento, según el censo 2010 vivían allí 437 personas.
La historia nos habla que aunque no tiene acta de fundación se considera la misma como la coincidente con la llegada del primer tren del británico Ferrocarril del Oeste, el 3 de julio de 1907. En el lugar ya existía un pequeño caserío de adobe en medio de grandes estancias y pequeñas chacras ocupadas por inmigrantes recién arribados.
El pueblo dedicado plenamente a la agricultura y ganadería cuenta en la actualidad con el Jardín de Infantes 908, la Escuela Primaria 3  Bartolomé Mitre y en la misma instalación, un módulo secundario.
Su nombre recuerda a José Ignacio Warnes, quién luchó bajo las órdenes del Gral. Manuel Belgrano.


En la otrora estación del ferrocarril, en perfecto estado de mantenimiento, hoy funciona el Destacamento policial, la Delegación Municipal y la Biblioteca Popular José Ignacio Warnes.


Hermoso edificio perteneciente al Club Sportivo y Recreativo, en la localidad también existe otro edificio dedicado a un club, ahora cerrado y otrora famoso por sus bailes populares.



La antigua Casa Montes y Cía, los ramos generales de Warnes, ahora sede administrativa de la firma Lego, Prego Feros y Cía.


El valor de la tierra urbana ha sufrido un gran incremento desde hace algunos años producto de la construcción de casas de fin de semana o directamente casas para uso continuo por parte de familias que escapan de los riesgos y la alienación que provocan los grandes centros inhumanos.
Sigo el camino paralelo a las vías del Oeste y a los pocos kilómetros cruzamos el gran Río Salado, hoy bastante desmadrado por culpa de las abundantes lluvias.



Para el final, el Campeón Mundial de la Tararira en plena acción. Es una constante, en donde haya un curso de agua habrá siempre un pescador luchando contra la incertidumbre y la sorpresa que depara la pesca, ya sea sobre el gran Salado, sobre una zanjita con ínfulas de canal o sobre un charquito de 2 por 0,75 metros producto del último chaparrón de cinco minutos, siempre encontraremos a alguien con caña, medio mundo, línea o piolín.

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