Ya se me ha hecho una costumbre en los últimos viajes, quedarme sin carga en la batería justo en medio de esos momentos únicos e irrepetibles, claro, La Plata no fue la excepción y tuvo que ocurrir durante la visita a las entrañas de la Catedral y a sus miradores superiores, por suerte Claudia mi anfitriona ocupó el lugar de ángel de la guarda y sacó de la nada su pequeña cámara auxiliar, una que la acompaña todo el tiempo y que usa para registrar notas, detalles de una ciudad a la que ama y que luego se convierten en material para sus emprendimientos turísticos, de todas maneras la cuestión no era abusar de su generosidad y batería, registré tan solo unas poquitas tomas, dando margen para una nueva visita, ahora sí con toda la pila.
Tanto la capilla auxiliar, como las muestras del subsuelo y las vistas desde los miradores producen una enorme sensación de placer y bienestar, todo armoniza para poder obtener un registro completo de uno de los edificios más logrados de la Nación toda.
Tanto la capilla auxiliar, como las muestras del subsuelo y las vistas desde los miradores producen una enorme sensación de placer y bienestar, todo armoniza para poder obtener un registro completo de uno de los edificios más logrados de la Nación toda.
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