La portada del cementerio y una de sus obras más consagradas, el Ángel Exterminador, una talla gigante con una estética que parecería extraída de la película Metrópolis de Fritz Lang, filtrada por el tamíz del art decó y la concepción del gran estado y del arte en función propagandística de ese gran estado.
Como fuera, impresiona, por su geometría brutalista, su escala que minimiza y por el pensar al Arquitecto en plena tarea en un momento muy ideológico y caliente.
Como fuera, impresiona, por su geometría brutalista, su escala que minimiza y por el pensar al Arquitecto en plena tarea en un momento muy ideológico y caliente.