Luego de recorrer durante todo el día, la Reserva Luro, Naico, Cachirulo y Toay, una buena manera de terminar una hermosa y soleada jornada era dirigirme hacia la Laguna Don Tomás ubicada a 10 cuadras de la Plaza San Martín, ante mí se abrió un paseo agradable ideal para contemplar el atardecer tras el espejo de agua, manso y tranquilo caminé por la orilla siguiendo el movimiento del sol, buscando el sitio justo para retratar tan magno evento, evento negado para quienes nos oprimimos voluntariamente tras el triste decorado de grises edificaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario